grupo de Iniciación a la poesía: muestra colectiva 2014

fotos Gabriela Alvarez


Mi primer libro

Avenida 51 entre calles 18 y 19.
Su melancólica rambla,
con la doble hilera de frondosos árboles.
La bohemia en el aire, en la piel.
Mi primer libro.
Su ruda dureza y su blanca tapa.
Sus dos incuestionables verdades.
Comprendidas, con certeza, por el tiempo.
"Mi mamá me ama"
"Mi papá también"

Freddy Ves Losada





Sincronía
Un anuncio decía:
 “El desamparo es forma de luz”
Y el consuelo comprendía
la soledad
y la mirada
la lágrima.

Salomé Hernaiz



Labrada, la tierra            
del iris
en lóbrego salmo.
Con brazos desgajados
se despide
macerando los ojos.
Oblonga luna con sus crines
cabalga
la tierra
en mis manos de junco.
Abdicado el ombú
perece rimando raíces
de tierra.
Y es tan poca la sombra
que la muerte sucinta se despierta
en mis labios enjutos
anochecidos de piedra y polvo
mis pies hurgan ciegos tiestos.
El lóbrego salmo
predice
verdes mareas
estáticas ubres
sordo
rebaño.


Matías Ojeda
                                                               



Ahora
espero
entre las hendijas de madera
de la puerta con el coso dorado
esa
de La Bella y La Bestia
en la casa del balconcito donde tomábamos la leche
¿Te acordás?
Llorabas cuando nos fuimos
y nunca dejaste de soñar
cuando no volvimos
pesadillas
que nunca entendí
por qué
si fue tan lindo
Como dos mantarrayas
esperar sigilosamente
entrar en el arrecife
para robarnos
los mejores peces
de la pared de Luis
¿Es Luis?
¿O Jorge?
Tiene dos perros enormes
y una hija con olor a perro
que se llama Laura
Laura es buena
tiene el pelo negro
Y una mamá también tiene
Y un hermano
Como todas las familias
de las propagandas
¿Como todas?

¿Y nosotras?
Pero ahora espero mantarraya
en el arrecife y te llamo
¡Es ahora, apurate que no hay nadie!
Los dedos sin uñas, descamados
de carne y vidrio las manos
La pared de Luis que siempre se enoja
con tres o cuatro pececitos de colores menos

Catalina Poggio



Dejo pasar el día hablándole a mis manos,
les enseño el barro frío, a dibujarle alas largas a la siesta.
Padre, ¿cuándo es que vuelves?
La siesta no vuela,
la veo herida.


Gabriela Álvarez



Ensordecer
hasta que un rayo viaje
a otra atmósfera donde
la luz es sonido
 Acariciar
porque las lágrimas
pueden también curarnos
como esos viejos
pájaros de ceniza
fflo tomo
 *
Descansa en el brillo
la verdad clarificada y apacible
como el ruido que va alejándose
 Mitigar:
nunca estás solo si la piel te abraza
hay un bosque cuidándote la espalda
y la luz aquietada orbita mi camino
azul hermano, de saberse de algo
No esperes nunca:
el curso de las cosas
reposa y transcurre
en la yema de tus dedos
 *
Descansa en el brillo
que es único
descansa en el brillo
la verdad clarificada y apacible
como el ruido que va alejándose
y si me detengo –si realmente lo hago–
recorre mi piel y mi sangre erizada
tu calma de mar, revuelto
en su ritmo dictado y lunar…
ya no puedes
no puedes dejarme
y tampoco yo.


Julia Montecchia



Lo tomó de la mano
le sacudió el polvo
caminó chuequita
arrastrándolo
lo sentó en el banquito
se sentó a su lado
le miró el ombligo
se miró su ombligo
Sí, podían ser hermanos


Valeria Olguín



grupo-taller Iniciación a la poesía 2014.


©  en nombre de sus autores, Taller de palabras Circulodefuego 
Queda expresamente prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización previa correspondiente.




Entradas populares